14/8/09

Pequeña biografía: ¿Quién fue Simón Rodríguez?

Simón Rodríguez. El mejor hombre del Mundo

Simón Rodríguez figura entre los precursores del pensamiento latinoamericano. Nació en Caracas el 28 de octubre de 1771 y cumplió el itinerario vital, el 28 de febrero de 1854 en Amotape, aldea remota del norte peruano. Además de constituirse en el maestro más importante del Libertador Simón Bolívar, es creador de una prolífica obra que alcanza aproximadamente a unos quince textos. Hombre republicano, de principios inflexibles abogó por naciones, 'fundadas y no establecidas', sustentadas en valores libertarios por los cuales lucharon militarmente los héroes de la independencia.

El pensador venezolano, quien a partir de la muerte de Bolívar en 1830, le sobrevivió veinticuatro años más, fue auscultando la realidad del entorno circundante, la cual se caracterizó por la permanencia de vicios y distorsiones políticas, económicas, culturales y educativas propias de la etapa colonial , que pervivieron a través del tiempo histórico. Sin tener nada que perder -dádivas, prebendas, reconocimientos, posiciones, etc- se transforma en un crítico acerbo, especialmente de los grupos dominantes que continuaron explotando y despreciando a los sectores populares y marginados del continente.

Ideas Educativas

En el plano educativo, es partidario de combinar la educación con el trabajo, promoviendo la creación de escuelas técnicas y agrícolas, que posibiliten formar recursos humanos que sean capaces de 'colonizar el continente con sus propios habitantes' para evitar así la emigración indiscriminada del exterior, especialmente de Europa. Rodríguez manifiesta, para ilustrar lo anterior, indicando de 'que todo lo que brilla no es oro', Enfatiza en lo siguiente:: 'El horroroso cuadro de su miseria y de sus vicios donde se observa el vasallaje de esclavos en Rusia. Polonia y Turquía...Todos anhelan por emigraciones ¡los Europeos, por vaciar su suelo de gente inútil, los Americanos, por llenarlo con ella!'.
Desarrolla, Rodríguez, el proyecto de Educación Popular en Bogotá y Chuquisaca (Bolivia). En las dos ciudades, fracasa rotundamente por la animadversión surgida entre las familias pudientes, de altos ingresos económicos, que no concebían que sus hijos podían concurrir a un centro educativo igualitario, donde acudían los pardos y los indios y donde se adquirían conocimientos de carácter práctico y manual.
Rodríguez, igualmente, cuestionó a la educación especulativa, que no se afinca en lo concreto y a la de caridad, por cuanto no conducen al logro de los objetivos que se identifican con las carencias de los infantes y de los adolescentes. Tampoco, compartió la metodología lancasteriana, tan en boga en la época: 'La enseñanza mutua es un disparate. Lancaster la inventó para hacer aprender la Biblia de memoria. Los discípulos van a la escuela a aprender, no a enseñar, ni ayudar a enseñar'. De igual modo, denunció a los 'mercaderes de la educación ' de su tiempo que hacían negocio con la actividad educativa. Estos mercaderes, que desde el origen de nuestras repúblicas hasta el tiempo presente, se lucran con este quehacer, tal cual decía Rodríguez,' como si se tratara de géneros (telas)'


Asedio a las repúblicas

Al desaparecer, físicamente Bolívar, en gran parte de los países latinoamericanos sobrevienen luchas intestinas, con el asalto a los gobiernos incipientemente republicanos y que son protagonizados por caudillos y aventureros, prolongándose en el futuro a través de dictadores de procedencia y naturaleza distintas. Fue, como clamar en el desierto, cuando Rodríguez, señalaba que había que adquirir conciencia republicana a fin de formar ciudadanos auténticos y cabales. Tal misión debían cumplirlas, entre otros los especialistas en derecho, pero a éstos les interesaba más dedicarse a acciones subalternas, propias de 'tinterillos', a quienes llegó a calificar de 'mercaderes de sellos'.

Ideas económicas

En el plano económico, para la época, fustiga a los gobernantes , así como se indica: 'Si los americanos quieren que la revolución política que el curso de las cosas ha hecho y que las circunstancias han protegido les traiga verdaderos bienes, hagan una revolución económica y empiécenla por los campos'. En este aspecto, Rodríguez no tuvo éxito. Hasta el día de hoy observamos en América, extensos espacios terrígenos en poder de grupos oligárquicos y elitescos: consorcios transnacionales, latifundistas de nuevo cuño, ex militares, etc.

Prácticamente, ninguna Reforma Agraria se ha ejecutado plenamente. Citemos el caso de Chile: Ni Frei, ni Allende lograron el objetivo de equidad y justicia social entre lo sectores campesinos, porque Pinochet les devolvió a las grandes potentados que lo acompañaron en el cruento golpe contra la república, las escasas hectáreas que alcanzaron a expropiarse, por esos gobiernos. Por su parte, en Venezuela, a pesar que hubo una Reforma Agraria en los tiempos del presidente Rómulo Betancourt; uno, cuando viaja kilómetros y kilómetros por los llanos, las haciendas pasan y pasan, con sus cercos agresivos y desafiantes ante el viajero. Pensamos que situaciones similares, se observan en el resto del continente.

Visión de la prensa

Tampoco, a Rodríguez se le escapan los medios de comunicación, que por la misma estructura del continente, en una elevada proporción, pertenecen a grupos minoritarios de la élite económica. Como sucede en estos tiempos neoliberales, donde se ha llegado al colmo de que los periodistas, en ciertas publicaciones, han perdido la libertad de antaño y se han convertido, lamentablemente, en meros 'funcionarios obsecuentes' y 'marionetas' de los editores o de apatronados individuos al servicio de los intereses político-mercantiles de aquél. Rodríguez en su época al respecto, expresó 'Destiérrese de las sociedades cultas el pernicioso abuso de la prensa'.

Olvido de un pensador

Por todo lo anterior y otras situaciones de parecida naturaleza, Simón Rodríguez, fue olvidado aproximadamente durante cien años por la historia oficial, manejada precisamente por esas élites de poder. Se creó en torno de su figura una 'leyenda negra', denostadora, calificándosele con epítetos denigrantes: 'loco', inmoral', 'libertino', 'tahur', 'ladrón de monjas', 'tramposo',' destructor de templos', etc. Inclusive, como lo hemos afirmado anteriormente, eminencias de la historia oficial de América, como Vicente Lecuna en Venezuela y Francisco Antonio Encina, en Chile han compartido muchas de estas expresiones, demeritándolo hasta proyectarlo como un ser semi-caricaturesco y desequilibrado.
Lamentablemente, su doctrina educativa de tanta valía es desconocida por los educadores del presente, porque sencillamente, no ha figurado el estudio de la obra y el pensamiento en los currículum de las carreras que dentro del campo educativo se imparten en los diversos centros de educación superior del continente.

Renacer de un ilustre latinoamericano

En Venezuela, la patria original, empezó el redescubrimiento de este filósofo, sólo a partir de 1950, a través de trabajos inquisitivos, llevados a cabo, especialmente por Pedro Grases y en Chile por Ricardo Donoso.. Las obras circulan escasamente por el continente, porque a decir verdad, todavía su pensamiento es considerado irreverente y peligroso por las castas endémicas que mantienen la hegemonía en la región latinoamericana. Así ocurrió dentro del Proyecto, impulsado por la Universidad 'Simón Rodríguez' en el cual nosotros participamos, dirigido por el educador Félix Adam, entre 1976 y 1981, en la localidad de Canoabo, cuando se intentó plasmar una experiencia educativa basada en las ideas del maestro caraqueño, que de consolidarse, habría sido modelo para reduplicarse no sólo en Venezuela, sino en todo el continente. Fue abatido, infelizmente a los cinco años de surgido, por mentalidades regresivas y conservadoras, de los partidos políticos gobernantes de aquélla época, enquistadas en la propia universidad.

Es increíble, el clamor que hemos constatado en varios países latinoamericanos, donde hemos difundido el pensamiento de Simón Rodríguez, por conocer sus obras por parte de especialistas de pre y postgrado de educación, de las cuales nunca tuvieron información, al cursar los estudios académicos en prestigiadas universidades del continente.


Texto extraido de
El discurso lacerante de Simón Rodríguez,
Reinaldo Villegas Astudillo.

Reflexiones finales


Anhelamos, que en estos días de rememoración de un aniversario más del natalicio de tan insigne maestro y pensador de América y cuando se visualizan tormentas político-sociales en la región, es importante adentrarse en el pensamiento de un hombre, realmente transparente, que dio ejemplo de vida al no claudicar nunca ante las dádívas y corruptelas, manteniendo siempre un amor profundo por la patria americana y una preocupación constante por los abandonados de la fortuna, de los desposeídos, especialmente indígenas, seres que en la actualidad en algunas naciones latinoamericanas, todavía son considerados como seres de tercera o cuarta categoría, como si no tuvieran siquiera la condición de auténticas y eminentes personas humanas.

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