28/4/09

Un poco de humor -- Por qué hay que votar a la oposición

Ya estamos en campaña!!! jeje

disfruten


Hay que votar a la oposición para no volver a votar a esta dictadura. Que reprime en las calles y que impide marchas pastorales pacifistas, donde se pueda decir la verdad: que Kirchner es Nerón.

Sí, hay que votar a la oposición para que los grandes medios vuelvan a tener libertad de prensa. Y no como ahora que tienen que callarse por miedo a la persecución.

Porque si critican al gobierno van a la mazmorra, y si no lo alaban y dicen que es maravilloso, los echan de Clarín, de La Nación, de Perfil, de Ámbito, de El Cronista, de Para Ti, de Gente y de la mayor parte de los canales y emisoras.

Hay que votar a la oposición porque la Expoagro es postergada y tiene que realizarse a escondidas y con recursos modestos.

Y porque las tapas de los grandes diarios y noticieros están censuradas y condenadas a poner títulos chupamedias del gobierno. Y el ciudadano debe resignarse a tener que leer, ver y escuchar únicamente noticias benévolas oficialistas.

Porque los grandes diarios no pueden publicar editoriales que denuncien escándalos y corrupción; y porque los noticieros tienen que ocultar el drama de la inseguridad y no poner en pantalla a víctimas de delitos para que nadie se entere de que las calles son un matadero. Porque los ricos y famosos de la farándula no se atreven a decir lo que piensan acerca de torturar y fusilar o guillotinar a los delincuentes a simple vista.

Porque los taxistas van calladitos sin decir nada en contra del Gobierno y miran por el espejito desconfiando de los pasajeros porteños, que son todos oficialistas.

Porque no se puede denunciar que Guillermo Moreno manipula el Indec. Y porque el periodismo político está controlado. Y tiene que contenerse de revelar que El Calafate es como el principado de Mónaco. Y porque ningún entrevistador puede entrevistar libremente a los líderes opositores, que por eso nunca aparecen en pantalla y son condenados al silencio. Nadie sabe quiénes son los políticos opositores porque no tienen espacio en los medios: los censuran.

Y porque también el campo es silenciado. Y aunque sus dirigentes no participan en la política y son neutrales, es sospechado. Porque los representantes rurales están sin voz, empobrecidos. Porque se les impide bloquear rutas, decomisar camiones y presionar intendentes y legisladores.

Y mientras, el vicepresidente por temor a represalias no se atreve a confesar su adoración por la soja y debe comportarse furtivamente de todo el esfuerzo que hace para que no haya más retenciones.

Hay que votar a la oposición para que cuando el país deje de percibir estos ingresos, los ciudadanos que no tienen campo compensen la falta de dinero de la retenciones pagando más impuestos.

Hay que votar a la oposición para que el país vuelva al FMI como se debe, para que termine sus relaciones con países indígenas que inferiorizan a la Argentina, y para que los sindicatos dejen de expoliar a las patronales.

Hay que votar a la oposición para salvarnos de este desastre que no deja ni siquiera ánimo ni plata para festejar Semana Santa e irse a la costa en masa.

Los ciudadanos son sabios. Por eso, si la dictadura gana es por fraude. O por culpa de la OEA.


Orlando Barone

26/4/09

Un poco en joda, un poco en serio

Uno ya conoce la frase, es casi ya un cliché decirla: "una imagen vale más que mil palabras". Vemos, oímos y observamos todo el tiempo que los clichés y los lugares comunes distan mucho en su contenido de esa idea nebulosa y abstacta que solemos llamar "la verdad". Para hablar así, a calzón quitado, nos parece medio (bastante, en realidad) burdo decir que una imagen vale más que mil palabras. Aunque también tenemos que reconocer en este punto los vaticinios de la ironía retórica y entender que en este mundo muchas veces todo es relativo, incluso la relatividad. Por eso no es adecuado dar un marco de comprensión a este dibujo del genial Daniel Paz, porque se explica solo y sólo intentar enriquecerlo sería embarrar su originalidad, su chispa, su maravillosidad que emana de lo simple para hacernos entender un poco mejor cómo funciona el sistema en que estamos metidos, esto que nos rodea y que (al menos a nosotros mismos) nos hace sentir tan ajenos. Disfruten.



24/4/09

FERIA DE APUNTES Lunes a Viernes de 15 a 20 hs.

La Simón Rodríguez te invita a participar de la

Feria de Apuntes


para las carreras de Artes, Antropología, Educación,

Historia, Filosofía, Geografía, Letras y CBC

Considerando la dificultad que a muchos de nosotros como estudiantes nos presenta la situación de estudiar y trabajar, sin tiempo disponible para estudiar debido al trabajo, sin dinero para solventar la cursada sin un sueldo, es que decidimos crear esta feria como método de ayuda entre estudiantes para garantizar el derecho a la cursada de todos.

Tomando en cuenta las consultas, preguntas e inquietudes que nuestros compañeros nos fueron acercando a medida que se enteraban de la propuesta, ahí van las características principales de la Feria de Apuntes:

  • El funcionamiento de la misma es por trueque, esto significa que
  1. La Simón Rodríguez no maneja plata de los estudiantes, (para evitar suspicacias, para estimular la transparencia, para que todos seamos responsables del destino y el triunfo de la Feria de Apuntes y no un puñado de militantes o armadores políticos de turno), y
  2. los estudiantes no van a gastar un solo centavo en los apuntes nuevos, sino que los van a intercambiar por los que ya tienen y que no volverán a utilizar.
  • La duración de la Feria es indeterminada, esto significa que no vamos a darle un punto final nosotros sino que los propios estudiantes vamos a darle vida a esta alternativa y sencillamente cuando no de para más, no dará para más...
  • Es importante para que la Feria empiece a tomar envión que todos donemos nuestros apuntes inservibles, esos que tenemos guardados en cajas o en pilones en algún rincón de la casa y que no queremos tirar. Bien, no los tiremos, ¡demoselos a algún compañero que los necesite! y cuando traigan los apuntes propios pueden retirar algunos que ya tenemos a disposición.
  • Otra alternativa que proponemos es la de armar listas de apuntes, los estudiantes dejan sus pedidos (nombre del texto, autor, cátedra y año, materia y carrera) con un contacto y los que llegan a aportar sus textos se fijan en los pedidos. Así todos nos aseguramos que todos tenemos los textos que necesitamos y que alguien recibe los apuntes que dejamos.
  • La Feria ya está funcionando, y la podés encontrar en la mesita de La Simón Rodríguez (1er piso a la izquierda de la escalera central, en el pasillo) de lunes a viernes de 15 a 20 hs.


Reiteramos nuestro pedido a que TODOS TRAIGAMOS LOS APUNTES QUE YA NO USAMOS; es la única forma de que la Feria pueda dejar de ser una expresión de deseos para que se convierta en una concreta alternativa estudiantil al lucro y los sobreprecios de las fotocopiadoras.

Agradecemos por anticipado la difusión. Nuestra lista de contactos es amplia, pero no tenemos todos los mails de los estudiantes de Filo, y todos tenemos que estar al tanto de esta propuesta porque nos beneficia a todos. Gracias!

La Simón Rodríguez
Construyendo una Universidad nacional, popular y latinoamericana
Secretaría de Extensión Universitaria - CEFyL

21/4/09

Por qué los estudiantes vamos al Acto del 27/4

El gobierno nacional ha demostrado desde el
2003 hasta hoy, que la Universidad debe ser
parte protagonista de los cmabios que
necesita el pa
ís. Por eso:

  • Aumentó la inversión en las universidades nacionales en más del 400% y sancionó una Ley de Financiamiento Educativo,
  • Aumentó los salarios docentes en más de un 300%,
  • Dispuso presupuesto para que cobren los docentes ad honorem y por eso más de 3.000 trabajadores los estan haciendo actualmente,
  • Duplicó los sueldos y el número de becarios del CoNICeT (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas), que ya superan los 5.500,
  • Apoyó la creación y financia los comedores universitarios en todo el país,
  • Dispuso de 30.000 Becas Bicentenario para que los hijos de los trabajadores estudien las carreras estratégicas para la Argentina,
  • Dispuso de más de 60 millones de pesos para que los hijos de los trabajadores estudien las carreras ligadas a sistemas e informática (Becas TICs, para carreras de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones),
  • Financió la creación de nuevas obras y la remodelación de cientos de insitituciones en todas las universidades con una inversión cercana a los 200 millones de pesos,
  • Creó el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, financiando actualmente más de 2.000 proyectos para promover su desarrollo en la Argentina,
  • Implementó la política de repatriación de científicos argentinos en el exterior que ya alcanzan a 600 colegas que regresaron a nuestro país,
  • Apoyó y financió masivamente la extensión: creó y financia el programa de Voluntariado Universitario que cuenta con cerca de 1.000 programas de trabajo con la comunidad,
  • Apoyó la educación técnica en todos los niveles, sancionó una ley e instauró los programas de mejoramiento de disciplinas como ingeniería, agronomía, farmacia, veterinaria y bioquímica, entre otras,
  • Dispuso de partidas presupuestaria para desarrollar cursos gratuitos de posgrado para los docentes y no docentes de la universidad.
Todos estos avances han sido importantes,
pero todos necesitamos profundizar la vinculación
de la Universidad con la construcción de un

PROYECTO NACIONAL Y POPULAR.
Por eso, nos movilizamos para apoyar al
Gobierno y para lograr la Unidad necesaria
para así profundizar el rumbo


El 27 de Abril
a las 18 hs
¡¡¡TODOS AL LUNA PARK!!!

Convoca:


Federación
Juvenil
Comunista

Congreso Extraordinario





Difunde:
Secretaría de Extensión Universitaria - CEFyL



20/4/09

Invitación de Carta Abierta: Debate sobre la Ley de Servicios Audiovisuales (Radiodifusión)

Carta Abierta Invita

al Foro de la Cultura en la Ciudad de Buenos Aires
para la discusión de la


Ley de Servicios Audiovisuales

a realizarse el
25 de abril a las 11 hs.
en el Aula Magna de la
Facultad de Derecho de la UBA

participarán
Gabriel Mariotto, Liliana Mazure
y referentes del arte
y la cultura nacional

¡Los esperamos!

4/4/09

A 88 años de la fundación de la Federación Juvenil Comunista: ¿Qué significa ser un joven comunista? Por Ernesto "Che" Guevara

El 12 de abril la Federación Juvenil Comunista cumple 88 años. Nuestra querida Fede, que nuclea desde 1921 a los jóvenes comunistas que han decidido honrar a nuestra patria con sus esfuerzos y en ocasiones sus vidas mismas por la felicidad del pueblo, por la íntegra liberación nacional y social, por el socialismo. Considerando que nuestra actividad se da constantemente y sin respiro dentro de una coyuntura en permanente movimiento, parece sensato hacer una pausa, leer y escuchar (porque su voz resuena dentro de todos nosotros) la voz y la opinión calificada de aquel que dio su vida y más por la liberación de nuestros pueblos, por la segunda y definitiva independencia; el ejemplo que nos da fuerzas todos los días para seguir adelante frente a la reacción, a la incomprensión, a las adversidades que poco a poco van cediendo frente a la imparable fuerza de la razón y la pasión revolucionaria de la juventud transformadora.


¿Qué debe ser un joven comunista?
Fragmentos del discurso del Comandante Ernesto "Che" Guevara

en la conmemoración del 2º aniversario de la integración de las organizaciones juveniles,
20 de octubre de 1962.



"(...) La Unión de Jóvenes Comunistas tiene que definirse con una sola palabra: vanguardia. Ustedes, compañeros, deben ser la vanguardia de todos los movimientos. Los primeros en estar dispuestos para los sacrificios que la Revolución demande, cualquiera que sea la índole de esos sacrificios. Los primeros en el trabajo. Los primeros en el estudio. (...)

Para ello, hay que plantearse tareas reales y concretas, tareas de trabajo cotidiano que no pueden admitir el más mínimo desmayo. (...)

existe la organización, las ideas, después del primer momento de impulso, van perdiendo eficacia, van cayendo en la rutina, van cayendo en el conformismo, y acaban por ser simplemente un recuerdo.

Al mismo tiempo, todos y cada uno de ustedes deben tener presente que ser joven comunista, pertenecer a la Unión de Jóvenes Comunistas, no es una gracia que alguien les concede, ni es una gracia que ustedes conceden al Estado o a la Revolución. Pertenecer a la Unión de Jóvenes Comunistas debe ser el más alto honor de un joven de la sociedad nueva. Debe ser un honor por el que luchen en cada momento de su existencia. Y, además, el honor de mantenerse y mantener en alto el nombre individual dentro del gran nombre de la Unión de Jóvenes Comunistas. Debe ser un empeño constante también.

En esta forma avanzaremos aún más rápidamente. Acostumbrándonos a pensar como masa, a actuar con las iniciativas que nos brinda la gran iniciativa de la masa obrera y las iniciativas de nuestros máximos dirigentes; y, al mismo tiempo, actuar siempre como individuos, permanentemente preocupados de nuestros propios actos, permanentemente preocupados de que nuestros actos no manchen nuestro nombre ni el nombre de la asociación a que pertenecemos.

(...)El estudio a todos los niveles es también hoy una tarea de la juventud. El estudio mezclado con el trabajo, como en los casos de los jóvenes estudiantes que están recogiendo café en Oriente, que utilizan sus vacaciones para recoger un grano tan importante en nuestro país, para nuestro comercio exterior, para nosotros, que consumimos una gran cantidad de café todos los días. Esta tarea es similar a la de la alfabetización. Es una tarea de sacrificio que se hace alegremente, reuniéndose los compañeros estudiantes -una vez más- en las montañas de nuestro país para llevar allí su mensaje revolucionario.


(...)Son muy importantes esas tareas porque dentro de ellas la Unión de Jóvenes Comunistas, los jóvenes comunistas no solamente dan. Reciben, y en algunos casos más de lo que dan: adquieren experiencias nuevas, una nueva experiencia del contacto humano, nuevas experiencias de cómo viven nuestros campesinos, de cómo es el trabajo y la vida en los lugares más apartados, de todo lo que hay que hacer para elevar aquellas regiones al mismo nivel que los lugares mas habitables del campo y las ciudades. Adquieren experiencia y madurez revolucionarias. Los compañeros que pasan por aquellas tareas de alfabetizar o recoger café, en contacto directo con nuestro pueblo ayudándolo lejos de sus hogares reciben -puedo afirmarlo- más alma de la que dan, ¡Y la que dan es mucha!

Esta es la forma de educación que mejor cuadra a una juventud que se prepara para el comunismo: la forma de educación en la cual el trabajo pierde la categoría de obsesión que tiene en el mundo capitalista y pasa a ser un grato deber social, que se realiza con alegría, que se realiza al son de cánticos revolucionarios, en medio de la camaradería más fraternal, en medio de contactos humanos que vigorizan a unos y otros, y a todos elevan.

Además, la Unión de Jóvenes Comunistas ha avanzado mucho en su organización. De aquel débil embrión que se formara como apéndice del Ejército Rebelde, a esta organización de hoy, hay una gran diferencia. Por todas partes, en todos los centros de trabajo, en todos los organismos administrativos, en todos los lugares donde puedan ejercer su acción, allí hay jóvenes comunistas y allí están trabajando para la Revolución. El avance organizativo debe ser considerado también como un logro importante de la Unión de Jóvenes Comunistas.
Sin embargo, compañeros, en este camino difícil ha habido muchos problemas, ha habido dificultades grandes, ha habido errores groseros, y no siempre hemos podido superarlos. Es evidente que la Unión de Jóvenes Comunistas, como organismo menor, como hermano menor de las Organizaciones Revolucionarias Integradas, tiene que beber allí de las experiencias de los compañeros que han trabajado más en todas las tareas revolucionarias, y debe escuchar siempre -con respeto- la voz de esa experiencia.

Pero la juventud tiene que crear. Una juventud que no crea es una anomalía, realmente y a la Unión de Jóvenes Comunistas le ha faltado un poco de espíritu creador. Ha sido, a través de su dirigencia, demasiado dócil, demasiado respetuosa y poco decidida a plantearse problemas propios. Hoy se está rompiendo eso. El compañero Joel nos hablaba de las iniciativas de los trabajos en las granjas. Son ejemplos de cómo se empieza a romper la dependencia total -que se convierte en absurda- de un organismo mayor, cómo se empieza a pensar con la propia cabeza.

Pero es que nosotros, y nuestra juventud con todos nosotros, está convaleciente de una enfermedad que, afortunadamente, no fue muy larga, pero que influyó mucho en el retraso del desarrollo de la profundización ideológica de nuestra Revolución. Estamos todos convalescientes de ese mal, llamado sectarismo.

¿A qué condujo el sectarismo? Condujo a la copia mecánica, a los análisis formales, a la separación entre la dirigencia y las masas. Incluso en nuestra Dirección Nacional, y el reflejo directo se produjo aquí, en la Unión de Jóvenes Comunistas. Si nosotros -también desorientados por el fenómeno del sectarismo-- no alcanzábamos a recibir la voz del pueblo, que es la voz más sabia y más orientadora, si no alcanzábamos a recibir las palpitaciones del pueblo para poder transformarlas en ideas concretas, en directivas precisas, mal podríamos dar esas directivas a la Unión de Jóvenes Comunistas. Y como la dependencia era absoluta, como la docilidad era muy grande, la Unión de Jóvenes Comunistas navegaba como un pequeño barquito al garete, dependiendo del gran barco: nuestras Organizaciones Revolucionarias, que también éstas marchaban al garete.

Se pensaba que la Unión de Jóvenes Comunistas y todas las organizaciones de Cuba eran organizaciones de una sola línea. Una sola línea que iba desde la cabeza hacia las bases, pero que no tenía un cable de retorno que trajera la comunicación de las bases. Un doble y constante intercambio de experiencias, de ideas, de directivas, que vienen a ser las más importantes, las que hicieran centrar el trabajo de nuestra juventud.

Al mismo tiempo se podían recoger los puntos en que estuviera más flojo el trabajo, los puntos donde se flaqueara más.

Nosotros vemos todavía cómo los jóvenes, héroes de novelas casi, que pueden entregar su vida cien veces por la Revolución, que se les llama para cualquier tarea concreta y esporádica, y marchan en masa hacia ellas. Sin embargo a veces faltan a su trabajo porque tenían una reunión de la Unión de Jóvenes Comunistas, o porque se acostaron tarde la noche anterior, discutiendo alguna iniciativa de los Jóvenes Comunistas, o simplemente no van al trabajo porque no, sin causa justificada.

Cuando se observa una brigada de trabajo voluntario donde se supone que están los Jóvenes Comunistas en muchos casos no los hay. No hay uno. El dirigente tenía que ir a una reunión, el otro estaba enfermo, el de más allá no se había enterado bien. Y el resultado es que la actitud fundamental, la actitud de vanguardia del pueblo, la actitud de ejemplo viviente que conmueve y lleva adelante a todo el mundo -como hicieron los jóvenes de Playa Girón-, esa actitud no se repite en el trabajo. La seriedad que debe tener la juventud de hoy para afrontar los grandes compromisos -y "el compromiso mayor es la construcción de la sociedad socialista- no se refleja en el trabajo concreto. Hay debilidades grandes y hay que trabajar sobre ellas.

Trabajar organizando, trabajar puntualizando el lugar donde duele, el lugar donde hay debilidades que corregir, y trabajar sobre cada uno de ustedes para poner bien claro en sus conciencias que no puede ser buen comunista aquel que solamente piensa en la Revolución cuando llega el momento del sacrificio, del combate, de la aventura heroica, de lo que se sale de lo vulgar y de lo cotidiano y, sin embargo, en el trabajo es mediocre o menos que mediocre.

¿Cómo puede ser eso, si ustedes reciben ya el nombre de Jóvenes Comunistas, el nombre que nosotros, como organización dirigente, partido dirigente, todavía no tenemos? Ustedes que tienen que construir un futuro en el cual el trabajo será la dignidad máxima del hombre, el trabajo será un deber social, un gusto que se da el hombre, donde el trabajo será creador al máximo y todo el mundo deberá estar interesado en su trabajo y en el de los demás, en el avance de la sociedad, día a día. ¿Cómo puede ser que ustedes que ya hoy tienen ese nombre, desdeñan el trabajo? ¡Ah! hay una falla. Una falla de organización, de esclarecimiento, de trabajo. Una falla además, humana. A todos nosotros -a todos, yo creo- nos gusta mucho más aquello que rompe la monotonía de la vida, aquello que de pronto, una vez cada cierto tiempo, lo hace pensar a uno en su propio valor, en el valor que tiene dentro de la sociedad.

Y me imagino el orgullo de aquellos compañeros que estaban en una "cuatro bocas", por ejemplo, defendiendo su patria de los aviones yanquis, y de pronto a alguien le tocaba la suerte de ver que sus balas alcanzaban un avión enemigo. Evidentemente es el momento más feliz en la vida de un hombre. Eso nunca se olvida. Nunca lo olvidarán los compañeros a los que les tocó vivir esa experiencia.

Pero nosotros tenemos que defender nuestra Revolución, la que estamos haciendo todos los días. Y para poder defenderla, hay que ir construyéndola, fortificándola con ese trabajo que hoy no le gusta a la juventud, o que, por lo menos, considera como el último de sus deberes, porque conserva todavía la mentalidad antigua, la mentalidad proveniente del mundo capitalista, o sea que el trabajo es, sí, un deber, es una necesidad, pero un deber y una necesidad tristes.

¿Por qué ocurre esto? Porque todavía no le hemos dado al trabajo su verdadero sentido. No hemos sido capaces de unir al trabajador con el objeto de su trabajo. Y al mismo tiempo, de impartirle al trabajador conciencia de la importancia que tiene el acto creativo que día a día realiza.

El trabajador y la máquina, el trabajador y el objeto sobre el que se ejerce el trabajo son dos cosas diferentes y antagónicas. Y ahí hay que trabajar, para ir formando nuevas generaciones que tengan el interés máximo en trabajar y sepan encontrar en el trabajo una fuente permanente y constantemente cambiante de nuevas emociones.

Hacer del trabajo algo creador, algo nuevo es quizás el punto más flojo de nuestra Unión de Jóvenes Comunistas. Hoy por eso recalco este punto, y en medio de la alegría de festejar esta fecha aniversario, vuelvo a poner la pequeña gota de amargura para tocar el punto sensible, para llamar a la juventud a que reaccione.

Quiero plantear ahora, compañeros, cuál es mi opinión, la visión de un dirigente nacional de las ORI, de lo que debe ser un joven comunista, a ver si estamos de acuerdo todos.


Yo creo que lo primero que debe caracterizar a un joven comunista es el honor que siente por ser Joven Comunista. Ese honor que le lleva a mostrar ante todo el mundo su condición de joven comunista, que no lo vuelca en la clandestinidad, que no lo reduce a fórmulas, sino que lo expresa en cada momento, que le sale del espíritu, que tiene interés en demostrarlo porque es su símbolo de orgullo.


Junto a eso, un gran sentido del deber hacia la sociedad que estamos construyendo, con nuestros semejantes como seres humanos y con todos los hombres del mundo. Eso es algo que debe caracterizar al joven comunista. Al lado de eso, una gran sensibilidad ante todos los problemas, gran sensibilidad frente a la injusticia; espíritu inconforme cada vez que surge algo que está mal, lo haya dicho quien lo haya dicho. Plantearse todo lo que no se entienda; discutir y pedir aclaración de lo que no esté claro; declararle la guerra al formalismo, a todos los tipos de formalismo. Estar siempre abierto para recibir las nuevas experiencias, para conformar la gran experiencia de la humanidad, que lleva muchos años avanzando por la senda del socialismo, a las condiciones concretas de nuestro país, a las realidades que existen en Cuba: y pensar -todos y cada uno.- cómo ir cambiando la realidad, cómo ir mejorándola.


El joven comunista debe proponer
se ser siempre el primero en todo, luchar por ser el primero, y sentirse molesto cuando en algo ocupa otro lugar. Luchar por mejorar, por ser el primero. Claro que no todos pueden ser el primero, pero sí estar entre los primeros, en el grupo de Vanguardia. Ser un ejemplo vivo, ser el espejo donde se miren los compañeros que no pertenezcan a las juventudes comunistas, ser el ejemplo donde puedan mirarse los hombres y mujeres de edad más avanzada que han perdido cierto entusiasmo juvenil, que han perdido la fe en la vida y que ante el estímulo del ejemplo reaccionan siempre bien. Esa es otra tarea de los jóvenes comunistas.


Junto a eso, un gran espíritu de sacrificio, un espíritu de sacrificio no solamente para las jornadas heroicas, sino para todo momento. Sacrificarse para ayudar al compañero en las pequeñas tareas, para que pueda así cumplir su trabajo, para que pueda cumplir con su deber en el colegio, en el estudio, para que pueda mejorar de cualquier manera. Estar siempre atenta a toda la masa humana que lo rodea.


Es decir: se plantea a todo joven comunista ser esencialmente humano, ser tan humano que se acerque a lo mejor de lo humano, purificar lo mejor del hombre por medio del trabajo, del estudio, del ejercicio de la solidaridad continuada con el pueblo y con todos los pueblos del mundo, desarrollar al máximo la sensibilidad hasta sentirse angustiado cuando se asesina a un hombre en cualquier rincón del mundo y para sentirse entusiasmado cuando en algún rincón del mundo se alza una nueva bandera de libertad.


El joven comunista no puede estar limitado por las fronteras de un territorio: el joven comunista debe practicar el internacionalismo proletario y sentirlo como cosa propia. Acordarse, como debemos acordarnos nosotros, aspirantes a comunistas aquí en Cuba, que somas un ejemplo real y palpable para toda nuestra América, y más aún que para nuestra América, para otros países del mundo que luchan también en otros continentes por su libertad, contra el colonialismo, contra el neocolonialismo, contra el imperialismo, contra todas las formas de opresión de los sistemas injustos; acordarse siempre de que somos una antorcha encendida, de que nosotros todos somos el mismo espejo que cada uno de nosotros individualmente es para el pueblo de Cuba, y somos ese espejo para que se miren en él los pueblos de América, los pueblos del mundo oprimido que luchan por su libertad. Y debemos ser dignos de ese ejemplo. En todo momento y a toda hora debemos ser dignos de ese ejemplo.


Eso es lo que nosotros pensamos que debe ser un joven comunista. Y si se nos dijera que somos casi unos románticos, que somos unos idealistas inveterados, que estamos pensando en cosas imposibles, y que no se puede lograr de la masa de un pueblo el que sea casi un arquetipo humano, nosotros tenemos que contestar, una y mil veces que sí, que sí se puede, que estamos en lo cierto, que todo el pueblo puede ir avanzando, ir liquidando las pequeñeces humanas, como se han ido liquidando en Cuba en estos cuatro años de Revolución; ir perfeccionándose como nos
perfeccionamos todos día a día, liquidando intransigentemente a todos aquellos que se quedan atrás, que no son capaces de marchar al ritmo que marcha la Revolución Cubana. Tiene que ser así, debe ser así, y así será, compañeros. Será así, porque ustedes son jóvenes comunistas, creadores de la sociedad perfecta, seres humanos destinados a vivir en un mundo nuevo de donde habrá desaparecido definitivamente todo lo caduco, todo lo viejo, todo lo que represente la sociedad cuyas bases acaban de ser destruidas.


Para alcanzar eso hay que trabajar todos los días. Trabajar en el sentido interno de perfeccionamiento, de aumento de los conocimientos, de aumento de la comprensión del mundo que nos rodea. Inquirir y averiguar y conocer bien el porqué de las cosas y plantearse siempre los grandes problemas de la humanidad como problemas propios.


Así, en un momento dado, en un día cualquiera de años que vienen -después de pasar muchos sacrificios, sí, después de habernos visto quizá muchas veces al borde de la destrucción-, después de haber visto quizá cómo nuestras fábricas son destruidas y de haberlas reconstruido nuevamente, después de asistir al asesinato, a la matanza, de muchos de nosotros y de reconstruir la que sea destruido, al fin de todo esto, un d
ía cualquiera, casi sin darnos cuenta, habremos creado, junto con los otros pueblos del mundo, la sociedad comunista, nuestro ideal.

Compañeros, hablarle a la juventud es una tarea muy grande. Uno se siente en ese momento capaz de transmitir algunas cosas y siente la comprensión de la juventud. Hay muchas cosas que quisiera decir de todos nuestros esfuerzos, nuestros afanes; de cómo, sin embargo, muchos de ellos se rompen ante la realidad diaria y cómo hay que volver a iniciarlos. De los momentos de flaqueza y de cómo el contacto con el pueblo -con los ideales y la pureza del pueblo- nos infunde nuevo fervor revolucionario. (...)"